domingo, 6 de febrero de 2011

UN ACUERDO MÁS QUE NECESARIO


Por fin el gobierno Zapatero, ha conseguido la anuencia de los máximos representantes de los llamados sectores sociales, Patronal y Sindicatos, a un proyecto en extremo importante para una mayoría de españoles, donde se sientan las bases que habrán de regir en el futuro más inmediato, el sistema público de pensiones, el único en verdad fiable, después que los planes que bancos y cajas de ahorro nos han venido predicando des de los años 80 del pasado siglo, hayan perdido toda su credibilidad al haberlos, sus promotores, hecho dependientes de de algo tan voluble desprestigiado hoy día como la especulación.

Desde el gobierno se ha querido comparar, con la natural discrepancia del principal partido de la oposición, el Acuerdo Económico y Social actual con los Pactos de la Moncloa de 1977, una comparación que a primera vista se me antojó algo exagerada, pero que después de una reflexión un poco más profunda, resultó no serlo tanto; pues al fin y al cabo los Pactos de la Moncloa, sentaron las bases para la adaptación de nuestro sistema económico, cargado de los vicios propios de un sistema autárquico, a una nueva y democrática realidad europea que se abría a nuestros ojos; el de ahora hay que considerarlo como el primer gran paso de una evolución a un nuevo sistema económico mundial, donde se deberán corregir los graves errores del pasado, resituando el sistema financiero en su lugar, rebajando en gran parte su dependencia de la especulación.

También debo decir, que me ha alegrado muchísimo, oír por primera vez desde que empezó la crisis, a los empresarios y sindicatos hablar del nuevo enfoque de la actividad productiva, dejando de pensar en la construcción como el gran puntal creador de ocupación, para pasar a las nuevas tecnologías como las grandes generadoras de empleo en un futuro cercano. No olvidemos amigos que por encima de todo, en el sistema económico occidental,son las empresas quienes generan empleo y que estas para funcionar necesitan del crédito, hoy por hoy cerrado a cal y canto, para desarrollar su labor.

Se nota que al Partido Popular le duele profundamente la firma de este acuerdo, (como le duele todo aquello que sea bueno para nuestro país), y aunque no tenga más remedio que secundarlo cuando se presente en el Congreso de los Diputados, no se está estos días de intentar desvalorizarlo, mezclando churras con merinas, atribuyendo a la crisis económica la causa a su realización, cuando cualquier persona con dos dedos de frente sabe que es la nueva realidad demográfica, con una pirámide de edad que se va invirtiendo por momentos, la que ha hecho necesario retrasar hasta los 67, los años de vida para poder jubilarse. ¿Se acuerdan Vds. cuando el gobierno empezó a hablar de la jubilación a los 67 años, y todos, incluidos los sindicatos decíamos que nada tiene que ver retrasar la edad de jubilación con la salida de la crisis y la creación de empleo? Pues efectivamente teníamos razón, aunque si parece, la adopción de esta medida hoy, ha conseguido quitar el temor a este personal planificador del mundo quince años por adelantado, que nuestro sistema quebrase, dejando a nuestro estado lo que se dice en calzoncillos.

Quizás sea esto lo que le duele al personal de FAES, los ideólogos de la ultraderecha española; pues no me extrañaría lo más mínimo que pretendiesen la quiebra del sistema público como argumento básico para promover la privatización; y quizás sea por esto también, que no se oye hablar en ningún medio de comunicación, bajo su influencia, de la terrible pérdida de rentabilidad de los fondos privados de pensiones.

La noticia del aumento del desempleo en nuestro país el mes de Enero, además de aguar la fiesta por el acuerdo alcanzado, ha venido a demostrar que ninguna de las medidas tomadas por nuestro gobierno son cortoplacistas y que sus efectos no se verán hasta pasado un cierto tiempo y que son otras, como la regulación del sistema financiero, y la reabertura del crédito a las pequeñas y medianas empresas quien nos abrirá a corto plazo, el camino del retorno a una situación de crecimiento, que poco a poco, nos ayudará a situar los índices de paro dentro de lo que se considera normal en un país occidental.

2 comentarios:

  1. Amigo Cosme, con tu permiso lo voy a compartir, un articulo estupendo.
    Agustin.

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  2. Amigo Cosme, después de todo el miedo que nos habían querido meter, es lógico que veamos este acuerdo con alivio, aunque suponga un recorte medio en la jubilación de más del 5%... ¡Pero es que las pensiones no están en peligro, siempre que haya voluntad política de mantenerlas! Lo que pasa que a fuer de repetirlo, nos acabamos creyendo que "cualquier persona con dos dedos de frente sabe que es la nueva realidad demográfica, con una pirámide de edad que se va invirtiendo por momentos, la que ha hecho necesario retrasar hasta los 67, los años de vida para poder jubilarse." ¡Pues no (necesariamente)! "Es evidente que el gasto en pensiones como porcentaje del PIB aumentará cuando la pensión media crezca por encima de la productividad, cuando aumente el componente demográfico de la tasa de dependencia [lo de la pirámide], cuando disminuya tanto la tasa de actividad como la tasa de empleo, o cuando se de la combinación adecuada en estos factores. Por el contrario, los aumentos del componente demográfico de la tasa de dependencia acompañados de caídas en la tasa de desempleo, aumentos de la tasa de actividad (...), serán compatibles con un crecimiento del gasto en pensiones con respecto al PIB de menor intensidad, o incluso con un gasto constante en términos de PIB". Es decir, el aspecto demográfico NO es el único que influye: si aumentan el empleo o la tasa de actividad o la productividad, o alguno de ellos adecuadamente (siempre hablamos a largo plazo) no tiene por qué ser necesario ningún recorte. A no ser que ideológicamente (y con los intereses de la banca por medio, ansiosa por aumentar sus estancados fondos de pensiones) se nos quiera convencer de otra cosa... Esos argumentos está extraídos del documento de ATTAC "La propuesta de los 100 economistas (Errores, medias verdades y silencios al servicio de la banca)", que recomiendo vivamente

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