martes, 20 de agosto de 2013

MAS Y RAJOY DOS CAMINOS PARALELOS


 
Artur Mas, en las elecciones de 2010, cuando cual mesías salvador del pueblo de Cataluña, ganó las elecciones substituyendo a un tripartito, liderado por el PSC, completamente desgastado, por una crisis económica galopante y unas contradicciones internas, debido a los problemas de identidad de una ERC, que se debatía por aquel entonces, si su prioridad era la cuestión social o la identitaria; tan solo cumplió uno de sus compromisos electorales, como fue el de la supresión del impuesto de sucesiones que el tripartito había reformado, dejándolo solo efectivo para el caso de los grandes patrimonios; medida de la que a Artur Mas, le procuró el aplauso de las pocas grandes fortunas catalanas y el rechazo unánime de gran parte de la población que veía como los ingresos que la Generalitat dejaba de percibir por este concepto, repercutían directamente en la Sanidad Pública, en la Enseñanza Pública y en las becas comedor. La salida a Mas, le viene de la mano de diversas organizaciones afines a ERC y de esta propia organización que con el relevo de liderazgo resuelve sus dudas apostando claramente por la vertiente nacionalista independentista, cuyo máximo exponente es el actual líder Oriol Junqueras.  

La magna manifestación del 11 de setiembre de 2011, en la que CDC no regateó ningún esfuerzo propagandístico para que fuera un éxito, Nunca habíamos visto un despliegue de medios en la Tv autonómica y en una serie de diarios afines como la Vanguardia promover una manifestación de claro signo independentista, como entonces; fue la luz que vió la cúpula convergente, a la que el desprestigio que les procuraban los recortes se unía la inmersión en el lodo de la corrupción derivada de los casos Palau (Millet) e ITV (Oriol Pujol), para disimular sus vergüenzas, exacerbando el patrioterismo de un pueblo catalán agobiado y apesadumbrado por el peso de una crisis que devenía insoportable.

Tan convencido está Artur Mas, de su papel mesiánico y de haber encontrado la manera de engañar al pueblo, que después de despachar en una breve reunión de dos horas con Mariano Rajoy, el tema del Pacto Fiscal, convoca nuevas elecciones autonómicas cuando no ha cumplido aún el ecuador de la legislatura, con la pretensión que una mayoría absoluta al igual de la que goza el presidente español, le permita. Aquí empero comete su gran error, pues los catalanes se huelen el engaño y reducen la representación de CiU en el parlamento de Cataluña en más de 15 escaños, en beneficio de ERC; echando por tierra, los proyectos del President. A partir de este punto, empieza una especie de "Sálvese quien pueda" mediático, intentado esconder todas las miserias Convergentes detrás del patrioterismo y a fe mía que lo consiguen, pues hoy en Cataluña, ya nadie habla del caso Millet ni de la corrupción convergente si no de la gran cadena humana, que atravesará Catalunya el próximo 11 de setiembre y nos confrontarnos unos con otros, por la cuestión de la consulta y la independencia, hasta el punto que dentro del principal partido de la oposición el PSC, parece no hay manera de alcanzar una posición unitaria.

Mariano Rajoy que vive una situación parecida, tanto a lo que a corrupción se refiere con los llamados casos Bárcenas y Gürtel, como por el desgaste que sufre por sus incumplimientos del programa electoral, quizás viendo el éxito de su homólogo catalán, pretende también, excitando los ánimos patrioteros, obtener semejante resultado, así tenemos que en el manido tema de Gibraltar y la defensa de los intereses de unos pescadores, le permite no solo ocupar portadas que antes llenaba Bárcenas, si no cargar contra los gobiernos socialistas, echándoles la culpa del conflicto, al considerar una cesión indebida las políticas del mismo que supusieron la reapertura de la verja, cerrada en el franquismo por los mismos motivos que hoy inducen a Rajoy a esconder tras el patrioterismo sus miserias. Por lo demás, siempre le queda en la recámara, la cuestión catalana y Dios no quiera que acabe pasando a mayores, pues de estos patrioteros, como con los de antaño, uno ya no se fía un pelo, pues no dudan en enfrentar a quien sea, hasta las últimas consecuencias, con tal de salvar su propio pellejo.

Españoles, no permitamos que Rajoy agazapado detrás de Gibraltar y Cataluña consiga lo que ha conseguido Artur Mas, que hoy nadie hable de sus graves pecados. Pongámoslos de relieve cada día por todos los medios a nuestro alcance y presionemos con todas nuestras fuerzas hasta hacerle tambalear y caer del pedestal donde se encuentra instalado.

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