lunes, 14 de noviembre de 2016

¿VOLVERÁ A GOBERNAR EL PSOE EN ESPAÑA?


Difícil lo veo a corto plazo, dadas las actuales circunstancias, y mientras sigan en el poder  unos  dirigentes, que apoyados en las viejas glorias del partido, parecen del todo decididos a sacrificar los ideales en pos de preservar un bipartidismo, del todo caduco e incompatible con una nueva sociedad más justa y democrática que se prevé para el siglo XXI, consecuencia de la nueva fase a la que va entrar inexorablemente la Revolución Digital, en la que desde el último tercio del XX estamos inmersos.

La sociedad actual, considera agotado el sistema y pide cambio con urgencia. La democracia, y los viejos partidos, lejos de adaptarse a esta nueva realidad, ha optado por mantener, contra viento y marea los viejos estándares, con la insana intención de buscar en el pasado las soluciones de futuro. En este rio revuelto de incomprensiones mutuas, el populismo encuentra terreno abonado, para encaramarse al poder y aprovecharse de él mientras dure, o sea hasta que la sociedad, esta, a la que de poco o nada le sirve la memoria histórica, les vuelva a ver el plumero y decida mandarlos de nuevo al rincón por un tiempo.

¿Qué es sino, la victoria electoral de Trump en EEUU?  ¿Qué es sino, le golpe de mano de unos ancianos dirigentes del PSOE, para apartar del poder alguien como Pedro Sánchez, que estaba adaptando la formación política a la nueva realidad? ¿Qué es sino, la gran coalición CPU SPD, en Alemania y la deriva electoral hacia partidos ultraderechistas? ¿Qué es si no el Bréxit? ¿Qué es sino la deriva derechista del PS Francés y su primer ministro Valls y las posibilidades reales de victoria de Marine Lepen?

Intenten responder a estas preguntas y se darán cuenta que todos estos fenómenos, tienen en común, una intencionada falsa interpretación de lo que la sociedad demanda.

Nadie ha podido nunca parar el progreso, ni la iglesia condenando a los científicos y estudiosos racionalistas, como Galileo, o Miguel Servet, ni aquellos trabajadores de finales del XVIII y principios del XIX que destruían las maquinas de vapor acusándolas de quitarles el trabajo. Ni tampoco nadie, en toda la historia  ha conseguido, mejorar la sociedad, aplicando recetas que en pasado funcionaron, ni haciéndose trampas al solitario.

En los periodos de cambio de otros momentos de la historia; cuando se han intentado afrontar, dando pábulo al populismo, mientras el poder establecido fracasaba una y otra vez, empeñado en aplicar soluciones del pasado, siempre han conducido a graves confrontaciones, tras las cuales la sociedad se ha visto obligada a aplicar nuevas fórmulas, que han permitido un cierto período de paz y tranquilidad.

Hoy en el mundo estamos inmersos en un gran período de cambio, dentro de diez o máximo veinte años, nuestra sociedad nada tendrá que ver con la que hasta hoy hemos conocido, Incluso me atrevo a decir que ni las estructuras básicas de la sociedad como és la familia van a ser iguales a las que hoy. Las relaciones laborales y la estructuras de producción de bienes y servicios nada van a tener que ver con el sistema de empresa capitalista clásico, de patronos y obreros si no que como ya empezamos a ver, unos pocos privilegiados muchas veces anónimos van a dominar por completo el cotarro desde el sector financiero.

¿Creen Vds. que los sindicatos y partidos políticos de izquierda, estarán en condiciones de reivindicar los derechos de las clases medias y obreras, si aún siguen pensando en una estructuras de patronos y obreros? ¿No creen Vd. que el lema “La Tierra para quien la trabaja” ya no puede ser interpretado literalmente, sino que necesita de una actualización, en este mundo postindustrial en que vivimos?

La nueva sociedad requiere de otros métodos y otras correlaciones de fuerza. La izquierda debe integrar no solo a los asalariados, si no a los pequeños y medianos empresarios, la mayoría de ellos autónomos y reconfigurarse de nuevo en un ámbito internacional, con el fin de unir sinergias y equiparar fuerzas con el capitalismo globalizado. La izquierda debe conseguir en breve plazo conquistar el poder en la UE para avanzar hacia una Unión Federal.

En España es urgente resolver cuanto antes la crisis en el PSOE y regresar esta partido a las posiciones del socialismo democrático retomando el camino que emprendió Pedro Sánchez Pérez-Castejón, un camino de apertura y de aprovechar las nuevas tecnologías para recurrir más veces a la consulta con la militancia, sobre los caminos a tomar, además del dialogo constante con formaciones situadas al mismo lado del espectro político.

Estoy convencido que tras la resolución de la crisis socialista en España, si se consigue en breve plazo, va a reforzar altamente al PSOE de forma que en poco tiempo devendrá el aglutinador de la izquierda en nuestro país, y uno de los elementos fundamentales para la reconstrucción de la nueva socialdemocracia en Europa.